Se trata de un camino que nos lleva paralelo al arroyo de la venta por el margen izquierdo de la carretera atravesando un enorme bosque de pinos y robles. Este tramo es bastante técnico, el firme por esta zona se me hace incomodo, esquivando piedras, piñas y muchisima hojarasca. Hasta que llegamos al hospitalillo de la Fuenfría donde abandonamos el camino para entrar en la carretera de las Dehesas. Aquí los desniveles aumentan aunque al circular por terreno asfaltado la sensación de dureza es menor.
Unos dos kms después el asfalto desaparece y la carretera se convierte en una pista forestal en perfectas condiciones, dejamos atrás el área recreativa de las Dehesas para ascender el puerto por la conocida carretera de la república, construcción que nunca se llego a terminar puesto que durante la segunda república grupos ecologistas detuvieron la obra. En el refugio de Peñalara giramos a la derecha para no continuar por la calzada romana, completamente inciclable.
Desde el Refugio de Peñalara hasta la cima del puerto nos quedan 8 kms de ascenso, con un desnivel medio al 4%. Se trata de una subida muy constante pero no demasiado exigente, elegir un buen ritmo nos puede ayudar a llegar a la cumbre sin complicaciones. A falta de 4 kms para la cima en el mirador Vicente Aleixandre, también conocido como mirador de los poetas, realizamos una parada logística para agrupar al resto de compañeros. Desde este punto tenemos unas espectaculares vistas a la sierra de Guadarrama. Aquí Zafak nos comenta que no se encuentra bien, una colitis le impide continuar con la ruta. El resto de la ascensión la realizo en compañía de Txema y Julio los tres llevamos un ritmo parejo que nos hace llegar al mirador de la reina en pocos minutos, desde donde podemos observar una vista panorámica del valle de Fuenfría.
Poco después llegamos a la cima del puerto, el calor aprieta a casi 1800 metros de altitud. Este singular punto es el nexo de unión entre varios caminos: la calzada romana, el camino de Santiago, la senda Schmidt, la senda del infante, la carretera de la república, todos ellos hacen de este lugar un paraje de los más transitados, tanto para ciclistas de montaña como para senderistas e incluso turistas en excursión.
Tras realizar la foto de grupo, continuamos en dirección a Segovia, monte hacia abajo en un divertido descenso con algunos tramos técnicos, donde tenemos que esquivar algún arroyo por encima de rocas, esto hace que la adrenalina suba pero con gran pericia y determinación salgo de la situación sin necesidad de poner pie a tierra, así logramos llegar a la fuente de la reina, donde nos encontramos multitud de ciclistas y montañeros. Nosotros aprovechamos para llenar el bidón e intercambiar impresiones.
Desde la fuente de la reina cogemos una pista asfaltada, que en ligero descenso nos lleva hasta la Cl-601, la famosa carretera que asciende el puerto de Navacerrada, también conocida como "la siete revueltas", tras medio km circulando por dicha carretera, la abandonamos en su primera revuelta, cogemos un camino que se abre a nuestra izquierda superando una cancela. Refugiados del abundante tráfico hacemos una breve parada, apenas cinco minutos para saciar el apetito con una digna barrita energética de chocolate. Aquí observo como mi rueda delantera esta floja, aun así decido no cambiar la camara, voy inflando a demanda.
Transitamos por una pista de tierra en buen estado, poco a poco nos vamos adentrando en los frondosos bosques de pino silvestre del valle de Valsaín también llamado valle del Eresma. La zona es un bello paraje donde perderse y no encontrar rastro de civilización. A lo lejos podemos divisar el monte de los siete picos, donde su inconfundible cornisa jalonada por estos pequeños riscos nos hace abstraernos de un pedalear cada vez más complicado.
La dura ascensión al puerto de Cotos nos deja sin fuerzas, se hace necesario un descanso. Aprovechando que nos encontramos en pleno Parque Natural de Peñalara hacemos una parada en la terraza de Casa Marcelino, donde degustamos con satisfacción refrescos y cervezas para los esforzados de la ruta.
En el puerto de Navacerrada Jf dela fuente nos indica donde localizar el "camino del calvario" por donde efectuaremos el descenso final hasta Cercedilla. Este trazado resulta de lo más penoso, el camino se encuentra repleto de piedras que me impide en ocasiones dominar con suficiencia la bicicleta. Consciente de mi temor a las caídas, intento tomarme estos kms con precaución, el resto de compañeros excepto Txema y Julio que transitaban detrás de mi, se lanzan en un vertiginoso descenso poniendo a prueba sus monturas.
A la altura del embalse de Navalmedio el descenso finaliza, mis muñecas están destrozadas por el intenso traqueteo a las que han sido sometidas. La amortiguación de mi orbea no ha podido absorber todas las vibraciones procedentes del irregular firme. Una sensación de fragilidad, rotura e incapacidad en mis brazos se hace sentir mientras pienso que jamas vuelvo a descender por este camino.
La "parrillada" de piedras que me encuentro en el descenso del camino del calvario me deja exhausto sin energía. Por fortuna unos kms después llegamos a Cercedilla completando el recorrido circular. Trás 48 kms de ruta llegamos al parking de la estación renfe de cercanías donde teníamos estacionados los coches. Algunos terminamos la marcha en la terraza de un bar viendo a Fernando Alonso ganar otro gran premio mientras degustábamos unas cervezas. Se trata de un recorrido ideal para los amantes del mountain bike, con todos los ingredientes para convertirse en una ruta tradicional para realizar en verano donde las temperaturas en la sierra se hacen sentir menos. El marco incomparable que supone siempre la Sierra de Guadarrama, en la cual podemos sentirnos parte de la propia naturaleza al prácticar el deporte que más nos gusta.
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