Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

martes, 25 de septiembre de 2012

LAS ZETAS DE LA PEDRIZA 9/9/2012

Ruta clásica del mountain bike madrileño que se adentra en la Pedriza, una montaña facilmente reconocible por su composición, formada por un macizo de rocas graníticas con formas irregulares y llamativas. A través de sus famosas "zetas" subiremos hasta la pradera de La Nava Grande, el lugar más alto al que se puede acceder en bicicleta. También visitaremos para deleite de nuestros sentidos los miradores naturales del Comedero de Buitres y el Collado de los Pastores.


La Pedriza, desde el collado de los pastores.
La historia de esta ruta se comenzó a escribir hace más de dos años cuando en mi primera tentativa de alcanzar la pradera de La Nava Grande me quedé a tan solo un km de coronar. Aquel día hundido y extenuado juré volver para conquistar su cima cuando las condiciones fueran las idóneas. Hoy junto a mi colega Pequeño he podido quitarme esa pequeña espina que llevaba clavada desde hace ya bastante tiempo. Otro reto que por fin he superado.





Una ruta imprescindible en el calendario anual de todo buen aficionado al MTB que quiera deleitarse con unos paisajes impresionantes a la Sierra de Guadarrama mientras se esfuerza para superar los más de 1400 metros de desnivel positivo y casi 30 kms de ascensión. Un recorrido que ya tiene categoría de épica dentro de los trazados habituales que se pueden hacer dentro de la Comunidad de Madrid. La mayor parte del itinerario se realiza por pistas forestales en buen estado, 100% ciclables, aunque a veces tendremos que compartir los caminos con senderistas.


Mi Alma rozando el cielo.

Esta era la segunda vez que nos acercábamos a La Pedriza. Aunque con distintos antecedentes para los dos. Mi primera ruta por La Pedriza fue una experiencia agotadora. Fue una salida organizada con el club MTB Leganés que partió de Colmenar Viejo. Una salida que se me hizo muy dura debido al calor extremo, la escasez de agua, los cerca de 80 kms de ruta y el desnivel acumulado. Además por aquella época mi condición física aun estaba por mejorar. Mientras que Pequeño tenía un recuerdo mucho más light de su paso por esta zona. Junto a su colega Javi habían realizado la típica ruta que parte desde Canto Cochino sin ascender a La Nava y en sentido horario, es decir, una ruta para principiantes que se quieren iniciar en la escalada.


La Pedriza
Para esta ocasión había planificado algo intermedio. Ni tan dura como mi primera vez ni tan sencilla como la versión que había realizado Pequeño. A groso modo la idea era iniciar la ruta desde Manzanares El Real, para acceder a Canto Cochino por el collado de Quebrantaherraduras desde donde tomaríamos el famoso camino de las "zetas" para subir en sentido contrario a las agujas de reloj hasta el Comedero de Buitres. Incluir también el ascenso a La Nava. Y el posterior paso por el mirador de El Collado de los Pastores.




Sobre las 9,30 iniciamos la ruta. Es recomendable dejar el coche en el parking que existe junto a la gasolinera de Manzanares El Real, justo enfrente se encuentra el Castillo de Los Mendoza, una construcción medieval que es uno de los mayores reclamos turísticos de la zona. Partimos dirección a La Pedriza atravesando una urbanización por el camino viejo de El Boalo, esta es una buena alternativa si no se quiere seguir por la carretera. Son un par de kms llanos que nos permiten ir calentando las piernas.



Tras cruzar el control comenzaremos la subida al collado de Quebrantaherraduras. Comentar que el acceso al parking de Canto Cochino se encuentra restringido a los vehículos a motor a partir de una determinada hora dependiendo de la afluencia de turistas, hasta completar los lugares destinados al estacionamiento. Nada más comenzar esta subida constato que no va ser un buen día para mi colega Pequeño. Ya desde las primeras rampas le noto que le cuesta demasiado seguir mi ritmo, que a estas horas de la mañana era lento y apaisado.


Collado de Quebrantaherraduras.

Se trata de una suave subida de unos 4 kms que se realiza por asfalto con alguna rampa interesante que en algún giro llega incluso hasta el 8% de desnivel. Tras coronar nos encontraremos a mano izquierda un estupendo mirador desde donde se puede contemplar el espectacular circo rocoso de La Pedriza. Un km y medio de revirado descenso nos hace llegar al área recreativa de Canto Cochino. Desde aquí parte el famoso camino conocido como "las zetas de la pedriza".


Las zetas de la Pedriza
En realidad es una pista forestal que recorre de forma circular todo el perímetro de La Pedriza, un trazado sin ninguna dificultad técnica, pero exigente por el desnivel acumulado. Es un camino de alta montaña donde nunca encontraremos terreno llano. Su buena conservación la hacen ser transitada por muchos senderistas y ciclistas. Además las lluvias caídas el día anterior habían dejado el piso en perfecto estado, muy aplastado y compactado sin nada de polvo, ideal para circular a buen ritmo.





En Canto Cochino se nos platean dos opciones de continuar con la ruta. En esta ocasión realizaremos la subida por el camino de la derecha, en sentido anti-horario. A lo largo de la subida nos ira acompañando, sobre todo en sus primeros kms, un joven río manzanares que tiene su nacimiento en el mismo corazón de La Pedriza. Sus aguas limpias, frías y cristalinas son un reclamo constante para muchos excursionistas que los fines de semana se amontonan en sus muchas charcas, la más concurrida es La Charca Verde. Desde Canto Cochino hasta alcanzar el mirador de Comederos de Buitres tendremos por delante casi 10 kms de prolongada ascensión, sin descanso. Durante el primer km circulamos por un asfalto roto, agrietado y derruido que coincide con las rampas con mayor porcentaje, algunas por encima del 10%.


En seguida pierdo de vista a Pequeño, confirmando que no se encuentra en su mejor momento, más bien en uno de sus peores desde que le conozco. Hoy más que ciclar se ha arrastrado por la montaña. Tiene mucho merito hacer este tipo de rutas sin estar en forma. Por esta zona nos encontramos con diversos carteles que nos indican la prohibición de circular fuera de las pistas. Es lógico estamos inmersos en un área protegida que alberga ecosistemas escasamente modificados de alto valor medioambiental.



Para amenizar la subida intento motivarme siguiendo a un "pro" que llevaba una buena burra de carbono, pero pronto me doy cuenta que seguirle no iba a ser una buena opción, hubiera terminado quemado al imitarle. Unos metros más arriba el asfalto desaparece por completo dejando paso a una espectacular pista de tierra que se va adentrando en la montaña, primero con largas rectas y después dando paso a una sucesión de "zetas" que me hacen ir ganando altura en cada giro y curva. A mitad de subida alcanzo a tres chavales con los que luego iré coincidiendo en diversos puntos de la ruta. Más tarde me comentaron que eran de un club de Alcala de Henares. El zigzagueo es constante hasta llegar al Comedero de Buitres, un mirador natural desde donde tenemos unas impresionantes vistas.


En el Comedero de Buitres
La Pedriza es un lugar de gran interés paisajístico, que cualquier fotógrafo que se precie debe conocer. Este capricho ecológico fue reconocido en 1992 por la Unesco como Reserva de la Biosfera. Este admirable canchal berroqueño geologicamente esta formado por rocas graníticas de formas irregulares y atractivas, de entre ellas destacan: El Yelmo, El Pájaro y Las Torres. Un espacio idílico que esconde toda la fantasía y vida que la naturaleza es capaz de dotar a la roca.




Es difícil creer que todavía a principios del siglo pasado hubiese en España lugares por explorar, pero este paraíso de la escalada, refugio de bandoleros, lugar mitológico, era uno de ellos. Para los que practicamos ciclismo de montaña es, sin duda, un emplazamiento único, ideal para realizar rutas en verano. Todo un clásico del MTB madrileño que todo apasionado a este deporte debería conocer.


Al fondo El Yelmo

La Pedriza

La pasada noche, la sierra madrileña había sido azotada por unas tormentas que habían dejado el ambiente algo húmedo y fresco. En un principio pensé en salir solamente con el maillot de manga corta. Pero una negra nube amenazante y una temperatura inicial algo baja me convencieron al final para que me llevará una mochila con ropa de abrigo. Decisión que al final me pesaría. Además esta primera parte de la ruta discurrió bajo el camuflaje de una extensa masa boscosa de árboles que nos iba protegiendo de un radiante sol de verano.


Subida a la Nava
En el Comedero de Buitres mientras esperaba la llegada de Pequeño me junte con los chavales de Alcala, nos hicimos fotos y entablamos una pequeña amistad. Les animé a continuar su ruta hacía La Nava advirtiéndoles de las dificiltades que se encontrarían. No lo dudaron y se encaminaron hacía el lugar más alto de La Pedriza al que se puede acceder en bicicleta. Para encontrarme con mi colega tuve que esperar casi 14 minutos. Fatigado y cansado apenas descanso en este sitio reanudando la marcha rápidamente.










La Pedriza es un lugar que se puede recorrer facilmente sin necesidad de gps. Seguir la pista forestal principal es muy sencillo, puesto que es el camino más amplio y obvio. Los pocos caminos que se cruzan son de distinta composición y van en dirección y sentidos opuestos. Sin embargo tomar el camino que lleva a la pradera de La Nava Grande, tiene cierta dificultad, ya que se encuentra algo escondido entre grandes piedras y matorrales. Este se coge a mano derecha a unos 300 metros del Comedero de Buitres.


Subida a La Nava.
Hasta llegar a la Nava tendremos 6 kms de constante subida. Por esta zona el terreno empeora de forma considerable. Transitamos ahora por un sendero más estrecho y abrupto. Encontrándonos tramos con mucha piedra suelta y algunos bancos de arena que después nos dificultaran la bajada. A medida que ascendemos la vegetación va desapareciendo dando paso a un paisaje más desolador y escarpado. Dejandonos contemplar las cumbres más altas de La Pedriza.





De nuevo Pequeño muestra debilidad en los primeros compases de la subida quedandose rezagado en las primeras cuestas. Al contrario yo cada vez me encuentro mejor. Las pulsaciones están contenidas y siento que cada metro que avanzo voy a más. Con la ayuda del platillo y manejando los piñones intermedios voy superando los repechos más complicados. Motivado por la presencia a lo lejos de los chicos de Alcala, pongo ritmo de caza para intentar superarles antes de llegar a la cima.




En la pradera de La Nava

Empecinado en adelantar cuanto antes a mis nuevos amigos, me impuse un ritmo tan bestial que a veces sobrepasaba los 15 km/h en tramos pedregosos con pendientes que rondaban el 8%. No me lo podia creer, ¡mi Alma de carbono subía más que los precios!. A los dos primeros los pase sin que me oposieran resistencia, iban un tanto atrancados, pero con el tercero inicie un pique muy divertido. Tras alcanzarle me quede a rueda durante unos instantes, recuperando el resuello. Entrados en el último km de ascensión, justo al pasar por donde hace dos años me quede tirado, le adelanté alejandole unos metros por detrás.


Pero luego se recupero, me alcanzo y me supero distanciandome unos 50 metros por detrás. Mi ritmo no era lento, ni mucho menos, asi que pensé que ese tio se tenía ha haber dado un buen calentón para realizar este alarde. Con pundonor y esfuerzo logré de nuevo alcanzarle para definitivamente alejarle sin ninguna posibilidad de poder llegar a mi altura. Fue una buena prueba de superación. En total empleé 43 minutos en llegar a la cima desde el mirador de El comedero de Buitres. Pequeño llego muerto 21 minutos después.




Pequeño y yo en La Nava.

En la cima estuve bromeando un buen rato con los bikers de Alcala mientras esperaba a mi amigo. Como no aparecía Pequeño llegaron a pensar que no tenía colega y que era un alma perdida que me dedicaba a vagar por el monte en solitario picandose con todo aquel que entraba al trapo. Jamás me ha gustado entablar competición con nadie, porque no es mi estilo y además casi siempre tengo las de perder. Aunque en esta ocasión he de reconocer que me lo pase genial, disfrute como un enano aventajandolos.



Estamos en el culmen de la ruta, a 1.942 metros de altitud. Un lugar extraordinariamente tranquilo alejado de todo rastro de civilización. Este apéndice de 6 kms hasta llegar a la pradera de la Nava es la guinda del pastel. Una ruta por la Pedriza sin incluir este tramo quedaría muy descafeinada. En la cumbre nos pudimos deleitar con el avistamiento de varias rapaces, entre ellas algún buitre. Pero también descubrimos a lo lejos, a parte de muchas vacas, algún espécimen de cabras montesas. Nos encontramos en pleno Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, el espacio protegido más grande de la Comunidad de Madrid que será absorbido en el futuro por el Parque Nacional de las cumbres de la sierra de Guadarrama.


El descenso lo realizo con precaución. Es recomendable acometer esta bajada con responsabilidad, puesto que el camino es angosto y pedregoso en algunos tramos. A veces se hace complicado mantener la verticalidad en algunos giros cerrados. Pequeño que en estos terrenos se maneja muy bien tampoco estuvo demasiado rápido esta vez. Al llegar al desvío para enlazar de nuevo con la pista de las "zetas", giramos a la derecha para seguir bajando un km más.




A continuación la pendiente se vuelve a poner exigente. Estos kms se pueden hacer muy duros si tras descender La Nava se piensa que todo lo que resta de ruta es simplemente bajada, pero no. Hasta llegar al siguiente mirador aun tendremos que afrontar 5 kms más de ascenso, con rampas considerables. En seguida Pequeño se queda, ya va demasiado tocado. Este tramo lo hice realmente rápido, sabía que ya no quedaba más terreno ascendente y quería exprimirme al máximo. Por el camino me volví a tropezar con los colegas de Alcala, pero ya ninguno me opuso resistencia.



Por esta zona me topé con ganado suelto que diambulaban a sus anchas o simplemente descansaban junto al camino. Nada peligroso, más bien anecdótico. Luego la pendiente me dio un respiro durante medio km, que me vino francamente bien para dejar de pedalear y admirar a mi izquierda unas vistas impresionantes al valle, te quedas sin palabras. Tras pasar el puente de los manchegos, a pies de la majestuosa mole de La Maliciosa, el camino traza un giro de herradura hacia la izquierda para afrontar la última y larga rampa que desemboca en el Collado de los Pastores.


Es el lugar más hermoso de toda esta zona, con diferencia, y probablemente uno de los sitios más especiales a los que haya accedido en bicicleta. Todo lo que pueda decir de este emplazamiento es poco, sobran las palabras, es difícil describir solo con lenguaje todo lo que se puede sentir y observar desde este mirador. Lo mejor es poder estar allí. Desde este previlegiado lugar podemos contemplar los montes de la Maliciosa, La bola del Mundo, La cuerda Larga, Cabeza de Hierro. Todo un placer.




Pequeño llegando al collado de los Pastores.

El collado de los Pastores es un mirador natural desde donde se pueden contemplar unas vistas sin igual a la sierra de Guadarrama y al entorno de La Pedriza en particular. Yo lo considero mi lugar favorito de la sierra. De hecho la foto de la portada del Blog esta echa desde este mirador. Además, para situarnos mejor existen unos paneles informativos que nos detallan y explican con exactitud el sitio de las montañas. Por supuesto, es de obligado cumplimiento detenerse unos minutos a reflexionar y admirar la grandeza de la madre naturaleza. Después al regresar a casa echaremos de menos estas vistas cuando los ladrillos nos acorralen en la zona sur de Madrid.


Con la mirada puesta en el Soplao 2013.

En este punto coincidí con varios bikers y senderistas que realizaban la ruta en sentido contrario. Un poco más tarde aparecieron mis colegas de Alcala. Sin embargo para volver a encontrarme con Pequeño tuve que esperar casi un cuarto de hora. Todos al llegar magnificamos la estupenda estampa que supone ver al fondo el embalse de Santillana a nuestros pies. A partir de aquí solo nos queda descender.





Nos tiramos sin complejos en una trepidante bajada, sorteando las múltiples "zetas" que íbamos encontrando a nuestro paso. Por suerte el piso se encontraba en buen estado lo que nos hizo coger velocidades altísimas. Mi marcador indicó una velocidad máxima de 52 km/h, seguro que Pequeño llegó a pillar más de 60 km/h. ¡Una pasada! teniendo en cuenta que discurrimos por caminos de tierra. La seguridad que me daban los frenos formula RX y la comodidad de la horquilla Fox me hicieron disfrutar esta vez del descenso, algo poco habitual en mi, que siempre suelo ir a la velocidad que mi miedo me permite. Sin embargo noté como en las curvas las ruedas no eran capaces de agarrar lo necesario para sentirme confiado. Las cubiertas python son buenas para rodar pero en los descensos revirados son de lo peor.


Pequeño y yo en el collado de los Pastores.

A mitad de descenso estuvimos a punto de equivocarnos de camino, al tomar una bifurcación que nos hubiera llevado de nuevo al parking de Canto Cochino. Supimos de nuestro error al observar que discurríamos por terreno asfaltado. En seguida enmendamos la confusión y seguimos por el cordel de Campuzano que nos llevó por caminos hasta el puesto de control. Desde aquí hasta el pueblo apenas nos restaban un par de kms de ruta. Un descenso de casi 20 kms, con un par de tramos llanos, que vienen incluso bien para descargar algo de tensión en los brazos. Y siempre con unas vistas de impresión.


El Castillo de los Mendoza
Sobre las 14,00h llegamos a Manzanares El Real, dando por finalizada la ruta, después de 54 kms realizados en 3h 57m (tiempo encima de la bici) a una media de 14 km/h. Una salida que me deja muy buenas sensaciones. Pequeño no podrá decir lo mismo. Una ruta de dureza equilibrada, con una subida preciosa a La Pedriza a través del camino de las "zetas" que en todo momento nos va ofreciendo unas espectaculares vistas. Un recorrido clásico del MTB madrileño.





PERFIL:


TRACK DE LA RUTA:

6 comentarios:

  1. Que buenos recuerdos, ya sabes que nosotros anduvimos por La Pedriza el 11 de agosto, y desde luego nos encantó; tanto por paisaje como por la dureza de la ruta.

    Lástima que en la emoción del momento y lugar, me pasé la subida a La Nava, así que con ésa espina me quedé.

    De éste modo tengo la excusa perfecta para planificar otro fin de semana en la zona y hacerla con el tramo de subida que me dejé.

    Tiempo al tiempo, creo que para la próxima primavera andaré por allí de nuevo algún fin de semana.
    Un saludo David.

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  2. Buena la crónica y la ruta.

    Pena por tu amigo Chico, que seguro que no iba tan mal como lo pintas (repetidas veces, hasta mirando el reloj para contar los minutos exactos que le sacabas ¬¬) sino que simplemente tú estás en mejor forma.

    Ánimo a los "Chicos" valientes y más ascensiones en compañía y menos de competi :P

    PD: si se os da la ocasión, intentad subir con nieve como hicimos nosotros el año pasado, no os arrepentiréis: http://biciclicks.blogspot.com.es/2012/03/nieve-en-las-zetas-de-la-pedriza-y-en.html

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  3. Estoy contigo en que la ruta es de las mejores, aunque nosotros la realizamos en sentido inverso, más por costumbre que por comodidad y en varias ocasiones nos ha tocado darnos la vuelta desde el Collado de los Pastores por empezar a llover o incluso a granizar.
    A algunos compañeros no les gusta por tratarse de mucha pista y en esos casos lo solventamos cogiendo a la vuelta una trialera muy divertida y rápida que nos pone en el aparcamiento.
    Genial relato y fotos muy descriptivas. Me verás más a menudo visitándote.
    Un abrazote
    Alfonso

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  4. Como muy bien dices, todo un clasico, pero no por ello deja de ser espectacular. Al igual que a Alfonso el año pasado nos tuvimos que dar la vuelta por que comenzo a llover y amenazaba tormenta.
    David eres un crack haciendo cronicas, me encanta leerte, como me gustaria hacerlas la mitad que tu.
    Un abrazo.

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  5. Esta subida junto a La Morcuera diría que son mis preferidas, no se, les tengo un especial cariño, tanto que este año en preparación para el soplao me la subí dos veces seguidas (sin el Alto de la Nava, ya sería tela), Manzanares El Real - La Pedriza (x2) - Manzanares El Real

    Un abrazo!

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  6. Hola Pablo!, Una lastima que os dejarais la subida a La Nava. Pero así tienes una buena excusa para volver. También te recomiendo otras subidas de la sierra de Madrid como: El Reventón, La Morcuera (por cualquier vertiente es espectacular), La Fuenfría, Abantos o el Tres Provincias. Como ves hay mucho donde elegir...

    Hola David!, Ya supe de vuestras andanzas por la Pedriza con nieve y también cuando hicisteis la nocturna. Referente a lo de ser competitivo. No lo soy para nada, aunque en esta ocasión llevas razón, esta vez me vi con buenas piernas y me pudo el ansia de demostrarlo. De todas formas mi colega Pequeño siempre es el más picado, es capaz de subir todo el puerto a rueda y en los últimos diez metros sprintar. Lo de contar los minutos es tipico de nosotros, nos gusta evaluarnos y comparar.

    Hola Alfonso! Gracias por el comentario. Es cierto, en la sierra siempre hay que tener mucho cuidado con la climatología. Por eso nosotros solo subimos en verano. Nosotros somos más pisteros, las trialeras las tenemos un poco de miedo, aunque poco a poco todo llegará.

    Hola Juan!. Tenemos pensado subir a La Bola como hicisteis vosotros la semana pasada, aunque posiblemente tengamos que postergarlo por la mala climatoligia que esta haciendo esta semana.

    Hola Joserra! Ya veo que te estas haciendo todo un "ciclista" de carretera. Esta claro que la flaca engancha. Yo llevo un mes sin cogerla porque estamos preparando la Talajara y era necesario volver a pillar un poco más la gorda, pero en cuanto pueda me vuelvo a subir a mi flaquilla. ¿Has subido ya la Cruz Verde? ¿Qué tal te fue?


    Gracias por los comentarios a todos un un saludo. David.

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