Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

lunes, 10 de septiembre de 2012

SOTO DEL REAL- LA MORCUERA- PUERTO DE COTOS- MANZANARES EL REAL 19/8/2012

Ruta circular por el futuro Parque Nacional de las cumbres de la sierra de Guadarrama, que partiendo desde Soto del Real, antigua población llamada Chozas de la Sierra, se adentra en la alta montaña para ascender dos de los puertos más duros de la sierra: El puerto de la Morcuera por su porcentaje y el puerto de Cotos por su longitud y regularidad.


Inicio del Puerto de Los Cotos
Toda esta semana la península había estado bajo la influencia de una ola de calor de aire procedente del sahara. En concreto en la Comunidad de Madrid se ha activado la alerta naranja por riesgo alto de incendio en las cordilleras y bosques de la sierra. Con esta situación parecía una locura salir con la bicicleta por la zona sur de Madrid, donde las temperaturas han superado ampliamente los 40º. La única opción razonable consistía en desplazarse a la sierra madrileña donde los termómetros no llegan a esos niveles.





Esta ruta une cuatro de las poblaciones más interesantes de la sierra de Guadarrama: Rascafría por ser la capital del valle de Lozoya, Miraflores de la Sierra arrecostada en las faldas de La Morcuera, Manzanares El Real por su historia y cultura y Soto del Real, antigua Chozas de las Sierra por ser la puerta de acceso a las montañas madrileñas. Para cualquier aficionado al ciclismo o amante de la naturaleza sería un autentico lujazo poder poseer una segunda residencia en cualquiera de estas localidades.





Al fondo Miraflores de la Sierra.
Sobre las 8,30h inicio la ruta desde Soto del Real, esta vez en solitario, nadie me acompaña. Con rumbo a Miraflores de la Sierra. Hasta llegar a las faldas del puerto de la Morcuera tengo por delante casi 9 kms por una carretera sinuosa, con algunas curvas cerradas sin visibilidad que siempre las he considerado muy peligrosas, auténticos puntos negros para los ciclistas. Es un terreno que siempre pica para arriba, donde lo mejor es llevar un ritmo tranquilo con mucha cadencia para ir calentando las piernas.











Es un tramo donde no tengo nada que ganar y si mucho que perder si equivoco el ritmo. Cerca de la entrada del pueblo se localizan algunas rampas ya considerables, es el preludio de lo que me espera. Media hora después de comenzar la ruta llego al centro de Miraflores de la Sierra. Desde este punto parte la carretera que remonta hasta el puerto de Canencia, sin embargo hoy tengo otros planes más ambiciosos. Tras adelantar un par de ciclistas que iniciaban su jornada comienzo el ascenso al puerto de la Morcuera.








De esta subida qué decir, creo que esta todo dicho. Desde que en noviembre del 2009 lo conquistará por primera vez no he dejado de sentir admiración por esta montaña. Casi siempre que vengo a la sierra lo intento incluir en mis planes. Una cumbre que he ascendido de distintas maneras y vertientes. Sin duda mi puerto preferido de la sierra de Guadarrama, tanto por su dureza como por la satisfacción personal que recibes al llegar a su cima. Un reclamo constante para cualquier aficionado al ciclismo.


Subida a La Morcuera.


Se que los primeros kms de subida, sin ser los más duros, si son bastante exigentes y casi siempre los suelo hacer a un ritmo tranquilo, sin arriesgar. Esta vez comienzo la subida con malas sensaciones. Tengo la impresión de ir lastrado, me cuesta demasiado dar pedales. Físicamente cansado. Normal, pienso. Ayer estuve todo el día de cañeo y terminé con una copiosa cena grasienta a base de una estupenda cazuela de huevos estrellados y después una hamburguesa super. En ese momento me sentaron fenomenal, pero esta mañana con el madrugón encima tenía un dolor de tripa que no sabía si iba a poder levantarme de la cama. Imaginar poder subir la Morcuera. Palabras mayores.



Cima de la Morcuera.


Para más inri, en una bocanada de aire aspiro tanto que me trago una mosca. ¡qué asco!. Estuve intentado vomitarla durante al menos doscientos metros, aunque creo que al final me la comí. Todo esto mientras me levantaba de la bici y pedaleaba, el que me viera debió de flipar. Estos primeros 5 kms se me hicieron muy largos y aburridos, hasta que alcanzo el tramo más complicado de la subida. Un km con porcentajes constantes por encima del 9% y con alguna que otra rampa que llega hasta el 12% de desnivel.








Curiosamente en el repecho más difícil mi cuerpo comenzo a sentirse mejor. Supongo que al tener que esforzarme más, mi cuerpo eliminó toxinas y empezó a rendir a su nivel habitual. Los últimos tres kms de subida son mis favoritos, siempre acompañado de un paisaje espectacular que se abre a mi izquierda. Además en todo momento se vislumbra la cima, lo que permite regular para administrar bien las fuerzas y no llegar desfondado. En la última recta me pasaron los únicos dos ciclistas que ví durante toda la subida. No quise seguirles y me detuve junto al cartel de puerto de montaña.



Puerto de la Morcuera


El puerto de la Morcuera por esta vertiente me sigue infundado mucho respeto, sus 9,2 kms de longitud y los más de 600 metros de desnivel positivo que hay que superar son datos que todavía me imponen. Un poco antes de las diez de la mañana llegó a su cima. Mi cronometro marca 52 minutos, ¡sorprendente!. He mejorado mi mejor registro en un minuto. Y eso que la primera parte de la subida me encontré fatal. Allí me quedé sentado durante unos minutos disfrutando de la soledad y la plena inmensidad de la naturaleza. También envié algún whatsapp a mis colegas para que supieran como se iba desarrollando la ruta. Una subida que he realizado a un ritmo de 10,5 km/h, supongo que mejorable.





En el descenso procuro tocar menos el freno de lo que normalmente acostumbro. Pero un par de curvas mal trazadas me devuelven a la cruda realidad, ¡soy un paquete bajando!. Lo mejor de la bajada es el espectacular paisaje que nos brinda el valle de Lozoya. Es todo un lujazo ir contemplando estas vistas mientras voy virando en las curvas. Este lado de la montaña me tiene reservada una grata sorpresa. Noto como la temperatura ha descendido considerablemente, llegando a sentir en algún momento frío.






Al llegar a Rascafría me encuentro un pueblo en fiestas. En la plaza mayor una charanga protagonizada por las peñas ameniza el desayuno de muchos vecinos, que a estas horas, se agolpan en las terrazas del centro. Voy transitando por sus calles empedradas, alejándome poco a poco del ruido hasta llegar a la fabrica de chocolate "San Lazaro", justo enfrente hay un bar regentado por dos mujeres muy simpáticas. En Rascafría existen dos fuentes, una en el centro de la plaza principal y otra en el parque junto al centro de salud. Pero a mi me gusta pedir agua en este coqueto bar. Siempre muy amablemente me han llenado el bidón con agua muy fría. Es de agradecer.



El verdadero protagonista de la ruta ha sido el Puerto de Cotos. Este se inicia a la altura del majestuoso Monasterio de El Paular, una abadía benedictina que en la actualidad comparte espacio con un hotel de cinco estrellas. Hoy me lo encontré en estado de rehabilitación, en frente se halla el famoso puente del perdón, donde antiguamente se reunían los representantes locales para administrar justicia sin necesidad de acudir a una autoridad superior. Aquí se decidía la suerte de los acusados: libertad o condena a muerte.




Se trata de una subida que se hace bastante pesada y dura debido a su longitud y la regularidad de sus pendientes. Hace dos años que subí este puerto por primera vez, desde entonces no había vuelto por aquí. En aquella ocasión lo ascendí con bicicleta de montaña, pero ya me pareció todo un puerto de primera categoría. Tanto el puerto de La Morcuera como el de Cotos se subirán en la penúltima etapa de la Vuelta ciclista a España, junto al de Navafría, Canencia y Navacerrada. Sin duda la etapa reina que culminará en un final apoteósico en la Bola del Mundo.



Puerto de Cotos
Los primeros 7 kms de la subida son los más sencillos. La pendiente es contenida y transito por largas rectas que invitan a imprimir un buen ritmo de pedaleo. Sin embargo es mejor no cebarse y mantener la calma. Dejo atrás el acceso al área recreativa de Las Presillas y al Mirador de Los Robledos. Más adelante pasaré junto a unos restaurantes de entidad. La tranquilidad y el escaso tráfico me dejan ir escuchando el discurrir del arroyo de la Angostura que me acompañará durante gran parte de la subida.




A medida que voy ganando altura se hace evidente que la temperatura va en descenso. Ni rastro de esas partículas en suspensión que lucían como una boina sobre el cielo de Madrid estos días atrás. Aquí solo se respira aire puro y un intenso olor procedente de unos altísimos pinos que me ofrecen sombra durante toda la subida. Circulo por una carretera en perfecto estado, con señalización horizontal y vertical, además esta balizada con indicaciones de la altura que vamos ascendiendo, esto en principio me puede desmoralizar, porque se que la cima se encuentra a 1.830 metros.






Durante la subida voy trasteando con las funciones del garmin, y con asombro descubro en el mapa que paralelo a la carretera por el margen izquierdo discurre una pista forestal. Viendo que apenas transitaban coches por la carretera me aventuro por unos instantes a circular por el lado izquierdo, en sentido contrario a la marcha, para observar que efectivamente unos metros más abajo, por el valle había una magnifica y amplia pista de tierra que discurría en paralelo al arroyo. Tendré que investigar esta opción para futuras rutas por la zona.



Una subida que costa de 14 kms de ascensión, aunque realmente los más dificiles son solo los últimos siete. Esta parte final la pendiente se endurece, con porcentajes constantes. Ninguna rampa baja del 6%, pero tampoco ninguna supera el 7% de desnivel. Es la subida más regular que conozco. Por momentos pensé que la función del gps, que me permite saber el grado de pendiente estaba bloqueado, porque había tramos muy, pero que muy largos que siempre marcaba lo mismo.






El trazado cambia radicalmente, a medida que asciendo se suceden los giros y las curvas. En concreto paso por dos curvas de vaguada convertidas en miradores y pequeñas áreas recreativas ideales como punto de partida de excursiones a pie. Estos últimos kms, en especial los dos finales se me hicieron eternos. Intento progresar pero las fuerzas comienzan a faltar. Se hace necesario meter todo el desarrollo para continuar sin problemas. Es evidente que no es mi mejor día. Las gafas se me empañan, ya no se donde colocar las manos... tantos kms acumulados cuesta arriba comienzan hacer mella, por fin la recta final.


Puerto de Cotos.

La cima esta coronada por el restaurante Venta Marcelino donde detuve el crono en 1h 10m. Me baje de la bici con los cuadriceps temblando, con un dolor de piernas que justificaba todo el sufrimiento anterior. Si la Morcuera infunda respeto, el puerto de Cotos es una película de miedo, pánico y terror. Al quitarme el casco aluciné con la cantidad de liquido acumulado en las esponjillas, no era sudor, sino sales minerales, todas las que había perdido.






En la terraza del restaurante me senté durante un buen rato mientras me bebía una coca cola que me sentó como el mejor cochinillo de Segovía. Este puerto recibe el nombre de Los Cotos por los pequeños postes de piedra, llamados "cotos", que había hasta el siglo XX para indicar el camino que lo atravesaba cuando la nieve lo cubría. Geográficamente separa los valles de Valsaín y de Lozoya. En su cumbre se encuentra el Club Alpino Español y también un punto de información del Parque Natural de Peñalara, es sin duda uno de los pasos de montaña más turísticos de la región, desde donde parten numerosos senderos y caminos para realizar rutas.



Es un lugar especial, sobre todo en invierno cuando todo esta cubierto de nieve y los mayores podemos jugar con los más pequeños de la casa en las muchas explanadas que tiene este área. Para los coches existe un amplio parking gratuito, pero sino queremos llegar hasta aquí conduciendo también hay la posibilidad de venir en tren. A escasos tres kms se encuentra la estación de esquí de Valdesquí. Como se ve, todo esta planeado para su uso y disfrute.





Tras un merecido descanso reponiendo fuerzas continuo con la ruta por la M-604, la carretera que une el valle de Lozoya con el puerto de Navacerrada, mi siguiente objetivo. Es un tramo llano de 7 kms que discurre a más de 1800 metros de altitud. Un sitio perfecto que muchos ciclistas profesionales conocen y utilizan para sus entrenamientos en altura. A mitad de recorrido me encuentro con una fuente. Es el momento perfecto para rellenar el bidón. Es agua natural, cristalina y muy fría, de lo mejor que se puede encontrar por estos frondosos bosques de Valsaín, puro oro liquido, que me durará hasta llegar de nuevo a Soto del Real.



Este tramo me sirvió para soltar piernas y recuperar de nuevo las buenas sensaciones. La primera parte de la ruta había sido muy exigente, el resto será otra historia, con mucho terreno favorable por delante. En seguida llego al puerto de Navacerrada. En la cima se encuentra una pequeña ciudad dedicada, sobre todo en invierno, a los deportes de nieve, con los edificios de la Sociedad Española de Alpinismo, Club Alpino Español, la Residencia y el famoso restaurante Venta Arias.






Más arriba se encuentra la estación de esquí de Navacerrada donde generaciones de madrileños han hecho su primer viaje inicial en el mundo del esquí. En este punto convergen las tres alineaciones que constituyen la sierra de Guadarrama: el macizo de Peñalara, La Cuerda Larga y Siete Picos. Es sin duda el lugar más visitado de la sierra madrileña con diferencia, acogiendo multitud de turistas llegados desde otros puntos de la Comunidad y de fuera de ella, buscando la tranquilidad y los espectaculares paisajes que ofrece la sierra. Además es un lugar de paso para los que deseen ir a Cotos, Valdesquí, Segovia, Rascafría o a las lagunas de Peñalara entre otros sitios.




Dos factores harán muy peligroso el descenso del puerto de Navacerrada. Por un lado el intenso tráfico que soporta esta vertiente y por otro un fuerte e intenso viento de costado que me empujará hacía el barranquillo. Cuanto más rápido iba más me azotaba el aire, zarandeandome con crueldad, como si fuera un simple abanico. Tuve que reducir mucho la velocidad para contrarestar las fuertes rachas de viento y poder trazar los giros por el arcén.







Llegando a la altura del Ventorrillo, comenzó a caer algunas gotas. Una lluvia muy fina que apenas duro un par de minutos. Me pareció gracioso que mientras en Getafe estaban a más de 45º, yo en la sierra me estuviera mojando. Al llegar a Navacerrada pueblo tomo la M-607, una carretera ancha, con un amplio arcén que me vino bien para camuflarme del abundante tráfico: autobuses, camiones, motos y muchisimos coches que en algún momento me hicieron sentirme algo desprotegido. Incluso me tope con una señal de peligro informándome de esta situación. Nunca pensé que en la sierra pudiera encontrarme tal aglomeración de vehículos por estas carreteras. Fue lo peor de la ruta.




Desde la cima del puerto de Navacerrada hasta Cerceda tengo casi 20 kms de prolongado descenso que acometo con precaución, sin apenas dar pedaladas llegué a Manzanares El Real. Por esta zona me cruce con multitud de ciclistas y algún triatleta haciendo series. Pasar cerca del castillo de Los Mendoza me dio la motivación necesaria para realizar los últimos diez kms a tope. Con la vista puesta en el embalse de Santillana a los pies del Cerro de San Pedro fui devorando los kms restantes.





Sobre las 13,40 llego a Soto del Real, fin de ruta, después de 90 kms realizados en 4h 40m (tiempo encima de la bici) a una media de 19 km/h. Por desgracia de nuevo el calor aprieta, con un bochorno insoportable que se hace presente, ni rastro del fresquillo de la sierra. Terminé la salida mucho mejor que comencé, sin embargo tuve momentos muy delicados antes de coronar el puerto de Cotos, donde las pulsaciones se dispararon y la energía me faltaba. Esta ruta comprende dos partes bien diferentes. Hasta Cotos son 45 kms siempre con terreno ascendente, donde habrá que superar más de 1600 metros de desnivel. Pero la segunda parte del recorrido es casi siempre en continuo descenso, con el único inconveniente de compartir vía con el tráfico motorizado. Un itinerario que se adentra en el futuro Parque Natural de Las Cumbres de la Sierra de Guadarrama, un proyecto que dentro de poco será una realidad.



PERFIL:



TRACK DE LA RUTA:

3 comentarios:

  1. Que grande! Y sí, pensar que nosotros hacemos un par de ascensiones y nos dan un subidón de moral, pero luego ver que llegan esas 'malas bestias' de los profesionales y se marcan los puertos que tu has hecho mas otros tres, te hacen sentir envidia por un lado y por otro admirarlos más todavía, que cracks!!!

    Por cierto, sobre la pista que comentabas juraría que en parte es esta Rascafría - Pto. El Reventón - La Angostura - Rascafría más concretamente la pista desde que cruce la carretera M-604 hasta que me doy media vuelta a Rascafría tras cruzar un puente, la pista de digamos ida es una muy buena pista, por contra cuando dí media vuelta esa pista más bien era una senda con cierta técnica, pero como digo, yo me dí media vuelta, la pista inicial contínua y exactamente no sabría decirte hasta donde.

    Un abrazo!

    PD: Yo sigo poniéndome a tono con la flaca.

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  2. Buen entreno, David... Con ese espíritu los minutos de ascensión en los puertos serán cada vez menos, ya verás!

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  3. Buena ruta David, me traen buenos y recientes recuerdos la foto en Venta Marcelino en Cotos, donde tomamos un refresco y paramos unos minutos en su terraza y por supuesto de Navacerrada.

    Saludos.

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