Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

miércoles, 17 de abril de 2013

MORCUERA- CANENCIA 7/4/2013

En compañía del club Mtb Leganés realizaré la primera ruta del año con cierto grado de dureza. Un recorrido habitual del cicloturismo madrileño por la sierra de Guadarrama ascendiendo los clásicos Morcuera y Canencia, dos puertos de primera categoría que nos servirán para evaluar nuestro estado de forma. 

Puerto de la Morcuera.

Hacía días que tenía en mente volver a la sierra para acometer la subida a La Morcuera, mi puerto preferido. Pero este invierno esta siendo demoledor, intenso y sobre todo larguísimo. El calor y el buen tiempo se hacen de rogar. Así que aprovechando la propuesta de Zafak desde la red social Mtb Leganés me aventuré acompañarlos aun sabiendo que iba a sufrir, puesto que aun no me encuentro al nivel de los dragones.





En  Soto del Real.
El punto de reunión se había establecido en el aparcamiento del polideportivo municipal de Soto del Real, a las afueras del pueblo. Después de los saludos de rigor y las presentaciones con los chavales que no conocía nos ponemos en marcha rumbo a Guadalix de la Sierra, con algo de retraso sobre el horario previsto. Un grupeto de ocho unidades vamos ocupando el arcén y parte de la calzada, luego más adelante nos cruzaremos con una patrulla de la guardia civil que nos recordará la forma reglamentaría que debemos adoptar cuando circulamos en pelotón.



Nada más salir a la carretera el grupo se estira mucho y en cabeza Jach y Tony imprimen un ritmo que en ocasiones me cuesta seguir. Los dragones están muy fuertes e incluso en el llano es difícil seguirles. Pero no podía quedarme rezagado en estos primeros compases, tenía que aguantar como fuera, dando lo mejor de mi mismo, aunque con ello las pulsaciones se me dispararan. Normalmente cuando salgo solo a entrenar me gusta comenzar a ritmo lento para que las articulaciones y en especial mis maltrechas rodillas vayan trabajando poco a poco. Un juego que en esta ocasión no he podido hacer. Lo que si tenía claro era que no podía quedarme descolgado del grupo, al menos hasta comenzar el ascenso a La Morcuera.



Hasta llegar a Guadalix de la Sierra tenemos por delante casi 10 kms que realizamos por una carretera en buenas condiciones y con escaso tráfico a estas horas de la mañana. Los últimos dos kms con pendiente descendente me dan un respiro para poder acoplarme entre medias del grupo. Ni siquiera entramos en la población, antes de llegar tomamos una glorieta que abandonamos dirección Miraflores de la Sierra.






A partir de aquí el terreno pica claramente para arriba, sin darnos tregua. No son rampas excesivamente duras, pero pone a cada uno en su sitio. Si consideramos el inicio de la Morcuera desde esta glorieta estaríamos hablando de un puerto de 17 kms de longitud y casi mil metros de desnivel acumulado, palabras mayores. El pelotón se rompe en pedazos dejando a los más fuertes por delante y a los que vamos a sufrir por detrás. Siete kms después llegamos al centro de Miraflores, en el cruce con la carretera que va a Canencia es donde comienza el verdadero ascenso a La Morcuera.




Es un puerto que conozco bien, lo he subido en varias ocasiones, por sus dos vertientes, aunque la que hoy acometemos es la que más me gusta y también la más dura. Los primeros kms sin ser los más duros, si son bastante exigentes y casi siempre los suelo hacer a ritmo tranquilo sin arriesgar. Esta vez encontré en la rueda de Jero un buen aliado para ir progresando. Me llama la atención observar que han balizado la subida con señales que nos informan de los kms que nos restan hasta la cima y el porcentaje medio de ese km. Estos paneles los han debido de situar hace poco tiempo, el año pasado no estaban. Más adelante en la subida al puerto de Canencia también los encontraremos.

Subida a La Morcuera.

A mitad de subida se localizan las rampas más duras, un km con porcentajes constantes al 9% y con picos en algún repecho que llegan hasta el 12% de desnivel. Por esta zona comienzo a sentirme mejor. Poco a poco mi motor diesel va entrando en calor, la explosividad no es una de mis cualidades, y esta vez la ruta la iniciamos muy fuerte. Jero es un tio curtido en mil batallas, ha realizado soplaos, quebrantahuesos y otras tantas carreras del calendario cicloturista que infundan respeto y temor, sin embargo poco a poco observo como su pedalear se vuelve algo cansino, no pudiendo seguir mi estela. Con el resto de compañeros por delante fuera de mi vista, realizaré el último tramo en solitario. Disfrutando a tope de una subida que ya es todo un clásico.

En la cima de la Morcuera.

Los últimos tres kms de ascensión son mis favoritos, siempre acompañado de un paisaje espectacular que se abre a mi izquierda. Además en todo momento se vislumbra la cima lo que permite ir regulando fuerzas para no desfondarse. Es todo un lujazo ascender estos puertos en esta época y poder contemplar sus cumbres adornadas con nieve. La última rampa es un muro al 11%, que tengo que negociar para llegar a la cima que alcanzó después de 59 minutos, un discreto tiempo que acredita mi débil condición actual.



Junto al cartel de la mancomunidad del valle de Lozoya nos hicimos la foto de grupo antes de que Tony nos dejará por motivos familiares. Me enfundo el chubasquero, ahora toca bajar. Parece mentira que estemos bien entrados en abril y aun mantengamos unas temperaturas tan bajas. Esta mañana al iniciar la ruta el termómetro marcaba en Soto del Real en negativo, ahora a más de 1770 metros de altitud imagino que estaríamos cerca de los -5º.




Valle de Lozoya.


Durante el descenso constato que no soy tan paquete con la flaca bajando como en un principio pensaba, llevando un ritmo parecido al de mis compañeros, casi siempre detrás de Kike que me iba marcando la trazada correcta. Se trata de un descenso con múltiples curvas, muy revirado, lo  que no permite coger velocidades altas, ideal para ir recreándose con el paisaje que nos ofrece el valle de lozoya. Al finalizar los 14 kms de bajada tenía los de dedos de las manos y los pies completamente congelados.




Entrando en Rascafría.


Llegar a Rascafría fue toda una liberación, debido al frío en este caso fue mucho más duro el descenso del puerto que la propia subida. ¡nunca había pasado tanto frío sobre la bici!. Y eso que iba con mil capas de abrigo, con el burka bicicletero. En una cafetería hicimos una extensa parada para desayunar. Algunos optaron por hacer un completo con tostadas incluidas. Llevamos más de 40 kms en las piernas, pero aun nos queda más de la mitad de la ruta, hay que avituallarse correctamente.




A continuación iniciamos el único tramo de la ruta que se puede considerar llano. Abandonamos Rascafría por sus calles adoquinadas en busca de la carretera que recorre el valle de Lozoya. Normalmente cuando voy solo por esta zona me suelo quedar embobado admirando las montañas y contemplando el embalse de Pinilla, pero hoy era otra historia. Esta vez tenía que estar concentrado en poder seguir el ritmo del grupo. Circular en pelotón sigue siendo una asignatura pendiente para mi. Aun me cuesta mucho seguir la rueda para refugiarme del viento. Lo de poder dar relevos en la cabeza de grupo es todavía una utopía. Una vez incrustado en el centro del pelotón es toda una gozada rodar a más de 30 km/h sin necesidad de dar a los pedales durante muchos momentos. Entonces es cuando te sientes integrado dentro del grupo.




Vamos atravesando un buen número de poblaciones: Oteruelo, Alameda, Pinilla todas con el apellido Del Valle. Después llegamos a Lozoya donde el paso por unos resaltos nos sacan de la monotonía. Desde esta población las vistas al embalse de Pinilla son espectaculares. A buen paso proseguimos hasta alcanzar el cruce con la M-629, la carretera que nos llevará primero hasta Canencia y después hasta el puerto. Nada más realizar el giro a la derecha, el terreno vuelve a ponerse cuesta arriba. Aunque la pendiente no es demasiado exigente, el grupo se fracciona buscando cada integrante su ritmo. Intento aguantar con los primeros, pero en seguida les pierdo quedandome junto a Zafak en una posición intermedia.


Canencia.
Canencia es un típico pueblo de montaña que muchos inviernos ha sufrido el aislamiento, en la actualidad su economía se basa en la ganadería y el reciente impulso que el turismo rural ha dado a tantos municipios de la región. Este bello pueblo del valle de lozoya tiene una gran riqueza natural, con abundante vegetación. La principal característica es sin duda su gran valor paisajistico. Se piensa que el nombre de esta localidad viene dada por las antiguas perreras reales que antaño había para la caza.





Nada más salir de Canencia comienza el puerto. Se trata de una ascensión de 9 kms de longitud, que ya he realizado en otras ocasiones. A mi entender una de las ascensiones más bonitas que se pueden hacer por la sierra de Guadarrama. Una estrecha pero bien asfaltada carretera va ganando altura adentrándose en la montaña, serpenteando un frondoso bosque de pinos y abedules a través de giros y curvas que dan un toque muy vistoso a esta subida.



Al igual que sucediera en el puerto de la Morcuera, la carretera se encuentra balizada, perfectamente señalizada informándonos de los kms que nos restan a la cima y del porcentaje medio de ese km. Los primeros seis son bastantes suaves, ideales para realizar en compañía a buen ritmo pero a partir del puente del vadillo la situación cambia. Con Jach y Kike por delante sin posibilidad de alcanzarlos me mantengo a rueda Zafak hasta mitad de puerto, momento en el que ya no puedo seguir su ritmo. Entonces decido subir piñones buscando un desarrollo que me permita llegar a la cima sin problemas.


Subida a Canencia.

Los últimos tres kms se me hacen larguísimos, por aquí se localizan las rampas más duras, algunas por encima del 10%. En especial el último km antes de llegar al área recreativa es durisimo con varios repechos que superan con creces ese desnivel. A falta de dos kms me supera Ruben, que en un principio había comenzado algo atrancado, con claros síntomas de fatiga. Sin embargo me adelanta sin posibilidad de seguirlo. Esto me desmoraliza.





También miré hacía atrás en busca de la silueta de Jero, que era el único de mis compañeros que aun no me había dado caza. Por suerte no le vi, lo que me dió alas para afrontar el tramo final que se me hizo eterno. Llegué a la cima extenuado, creo que si la subida hubiera tenido un par de kms más el "hombre del mazo" me hubiera visitado. Completé la ascensión en 43 minutos, lógicamente lejos de mi mejor registro aquí. Tras la foto de rigor junto al cartel del puerto que atestigua nuestra presencia, nos tiramos en un vertiginoso descenso.


A mitad de bajada, la pendiente desaparece, hay que recorrer casi tres kms de falso llano, un tramo que me resulta de lo más pestoso, te corta el rollo. Este incordio desaparece a la altura de la fuente del Brezal. Después de dos kms más de bajada, que ya se realizan por las calles de Miraflores tomamos la carretera que nos retornará a Soto del Real. Los dragones van como tiros, hay que darlo todo para seguirles. Con la gasolina en reserva prefiero dejarme caer y no forzar demasiado, la rodilla me comenzaba a doler, y esto no es un buen síntoma.


Puerto de Canencia.
Sobre las dos de la tarde llegamos al punto de partida, finalizando la ruta circular después de completar 90 kms en 4h 29m (tiempo encima de la bici), a una media de 20 km/h, datos referidos a mi persona. Los galgos seguro que se aburrieron en las cimas esperando. Comentar que la carretera M-611 entre Miraflores de la Sierra y Soto del Real se encuentra en muy mal estado, con multitud de socavones. Un autentico punto negro para los ciclistas, con varias curvas sin visibilidad y sin arcén.



Aunque ya lo tenía casi decidido después de esta salida queda descartada mi participación en el soplao, y me pensaré mucho acudir a la maratón de los monegros. Terminé la ruta muy justito de fuerzas y lo que es peor con dolor de rodillas. Es evidente que este año no me encuentro todo lo fuerte que esperaba. Como muestra comprobar que en la subida a la Morcuera tardé 7 minutos más que la temporada pasada. Mientras que en el puerto de Canencia cedí casi 5 minutos más que mi mejor registro allí. Esto son solo datos, porque las sensaciones están siendo también bastante negativas. Tendré que buscar explicaciones a mi bajo rendimiento: una alimentación inadecuada, más entrenamiento, más descanso que apenas duermo, en fin...excusas.


PERFIL:



TRACK DE LA RUTA:

2 comentarios:

  1. Bonita zona y buena compañia, que mas se puede pedir.

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  2. ¡Ánimo! Todo es que llegue el buen tiempo y le vuelvas a dar más de contínuo, verás como vuelves a tu estado anterior incluso lo mejoras.

    Un saludo.

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