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miércoles, 7 de mayo de 2014

MARCHA MTB COLMENAR VIEJO 2014 27/4/2014

La decimotercera edición de esta carrera ha vuelto ha ser todo un éxito. Como en años anteriores se ha mantenido el mismo trazado pero este año con la novedad de realizarse de forma dual, simultaneando la Marcha popular con la prueba competitiva Open de XCM de la Comunidad de Madrid que además estaba incluida en la Scott Challenge Bike and Run. Una carrera dura y exigente que ya es todo un clásico del mes de abril.

Meta en Colmenar Viejo.


Truncada mi participación, un año más, en la Orbea Monegros, la Marcha MTB de Colmenar Viejo se presentaba como una oportunidad estupenda para evaluar mis fuerzas y conocer de primera mano el nivel que tenía a estas alturas de la temporada. Animado por las buenas criticas que siempre he escuchado y leído de esta carrera me alisté intuyendo que se trataba de una prueba muy dura que iba a encarar con mucha ilusión como siempre, pero en esta ocasión con algo de precaución y también, por qué no decirlo, con un cierto grado de temeridad debido a mi baja condición física.


Salida en Colmenar Viejo.


Este año esta carrera se presentaba con un novedoso formato, disputándose simultáneamente la prueba competitiva Open de Madrid de XCM, que además estaba incluida en la Scott Challenge Bike and Run, y la Marcha popular. Con la única diferencia de estar separados en la salida mediante cajones, con lo cual ningún participante se podía mezclar, además los del Open iniciaban su andadura cinco minutos antes que nosotros que comenzamos la Marcha sobre las diez menos cuarto. Esta vez me sitúo literalmente el último. Llegué a la parrilla de salida justo cuando comenzaban a rodar. Entre recoger el dorsal, colocar la bici, vestirme y demás preparativos se me hizo tarde y eso que hoy había madrugado de lo lindo.


Cerro de San Pedro al fondo.


La mañana había amanecido fresquita, aunque la previsión para el resto del día era bastante buena. Así pues decido salir de largo, con una camiseta térmica debajo del maillot, pero llevando en la mochila más prendas de abrigo por si acaso. El día anterior se había disputado la prueba running bajo la lluvia y también durante la semana anterior había llovido durante un par de días pero afortunadamente no encontramos ningún tramo afectado por el barro. Salir el último te da una perspectiva distinta de la carrera y aunque no fue premeditado si que es cierto que en esta ocasión me lo quería tomar con más calma. Normalmente me gusta situarme lo más adelante posible y dejarme llevar por el ritmo de los primeros.





Trialera de subida.


El primer km y medio lo hacemos por asfalto, circulando por la Avenida de los Remedios llegamos a la carretera que asciende el Cerro de San Pedro. La organización había puesto especial interés en que estos primeros compases se realizaran sin complicaciones, manteniendo la carrera neutralizada. Después giramos a la derecha para entrar en los caminos de tierra. Durante los primeros kms avanzamos por pistas en buen estado, casi siempre vías pecuarias, pero pronto vamos a llegar a las dificultades. Primero una subida con un giro cerrado de herradura con alto porcentaje, pero que se podía hacer bien, donde lo más interesante eran las estupendas vistas que podíamos obtener de la ciudad de Madrid y su espectacular Skyline. Después llegamos a una larga trialera de subida donde todos desmontamos para patear. Supongo que los pro la harían del tirón y sin bajarse de la burra, lo desconozco.


Dehesa de Moncalvillo.


Este primer tramo de la marcha, hasta llegar al primer avituallamiento, recorrió la Dehesa de Mocalvillo y las zonas del este de Colmenar Viejo, pasando cerca de los conocidos Estudios Tablada. Terreno abrupto en ocasiones aunque la mayor parte del recorrido por caminos en buen estado que me hacían llevar un buen ritmo e ir adelantando a bastante gente. Tras cruzar la carretera de San Agustín de Guadalix llegamos al primer avituallamiento situado en el km 22. Al ir sin chip la organización en lugares estratégicos tenía voluntarios que nos iban marcando el dorsal con una señal de rotulador, de esta forma controlaban nuestro paso. Apenas descanso, me encuentro bien de fuerzas y paro lo justo para mear y coger un par de barritas que voy comiendo encima de la bici.


Pista asfaltada del Canal de Isabel II.


A continuación tengo por delante casi 8 kms que realizamos por una pista asfaltada que pertenece a los Canales de Isabel II. Por aquí el trazado es muy divertido, con continuos subes y bajas que serpentean todo el monte. Por esta zona nos cruzamos con multitud de bikers en sentido contrario que al igual que nosotros disfrutaban de una estupenda mañana de MTB. Llevados 30 kms se llega al carril bici de Colmenar Viejo por el que transitamos apenas cien metros para inmediatamente girar a la izquierda y tomar un minúsculo sendero rodeado de tapias de piedras. Hasta llegar aquí llevaba una media superior a los 17 km/h, el terreno que me había encontrado había sido bastante favorable y físicamente las sensaciones eran buenas.





Este segundo buclé, hasta llegar al siguiente avituallamiento, se me hizo algo pesado. Transitando por zonas más complicadas, senderos estrechos, bajadas agrietadas, subidas con alto porcentaje, en especial un par de ellas que llegaron a rozar el 20% de desnivel aunque todas ciclables. Pero lo más significativo de este segundo tramo, que ya discurrió por completo por la zona oeste de Colmenar Viejo, fue el ir todo el rato persiguiendo el cauce del arroyo Tejada, el cual vadeamos, sin exagerar, al menos siete u ocho veces. En algunos pasos con un caudal de agua importante. Menos mal que llevaba puesto los cubrebotas que en esta ocasión hicieron perfectamente su función.


Llegando al segundo descanso.


Durante esta parte del recorrido mantuve casi todo el tiempo mi posición, nadie me adelantaba ni tampoco yo era capaz de alcanzar al chaval que tenía delante. A veces miraba atrás buscando quién me perseguía y otras simplemente me quedaba absorto mirando los datos que me iba mostrando el garmin. Después de una larga, pero tendida subida llegamos al km 44, donde estaba situado el segundo avituallamiento de la jornada. Breve parada para hacer estiramientos, comer medio plátano, beber una coca-cola y descansar un par de minutos más. Los voluntarios de la organización nos comentan que a partir de aquí comienza el terreno más duro pero también el más espectacular paisajisticamente hablando.


Avituallamiento km 44.


La organización de la prueba estuvo a cargo del club ciclista Colmenar Viejo, como otros años, en este aspecto nada que objetar. Los avituallamientos sin ser copiosos tenían todo lo necesario para cubrir las necesidades del deportista. El recorrido estuvo bien señalizado con bandas de plástico, aunque algunos cruces de caminos estaban algo dudosos. Una dotación de guardia civil, policía local, protección civil y varios voluntarios velaron por nuestra seguridad mientras nosotros nos despeñábamos por los montes. Un año más esta carrera es todo un referente del MTB madrileño que ya va por su decimotercera edición. Reanudé la marcha convencido de que esta última parte del recorrido va a ser la más exigente de la ruta, no me equivocaba.


Embalse de El Pardo.


Bordeando la tapia de El Pardo llegamos por unos sinuosos caminos al momento más espectacular de la ruta. Antes de acometer un duro trecho pedregoso podemos deleitarnos con unas magnificas vistas al embalse de El Pardo encajado entre la inmensidad de los bosques. Luego tenemos que descender por una peligrosa trialera que desemboca en una calzada romana que nos conduce metros más abajo directos al puente romano de La Marmota. Se trata de un tramo muy técnico donde se hacía necesario demostrar la habilidad sobre la bici para no terminar estampados contra el suelo. La mayoría desmontó para evitar complicaciones, yo también. En esta marcha he estado mucho más prudente que en otras ocasiones y en cuanto entraba en alguna zona difícil me baja de la bici sin ningún complejo.


Trialera hacía la calzada romana.


Tras cruzar el río Manzanares entramos en un precioso tramo que se realiza por una senda cerrada, cubierta de vegetación. Aislados de la civilización en plena naturaleza sería, sin duda, el lugar perfecto para pasear tranquilamente. Sin embargo nos encontramos disputando una carrera y las fuerzas comienzan a escasear. En realidad son algo más de dos kms que se hacen durisimos porque la exigencia física y técnica de este ramal es en verdad muy alta. El terreno siempre picaba para arriba y además de vez en cuando nos topábamos con enormes piedras, verdaderos obstáculos que nos hacían realizar pequeños esfuerzos extras para poder superar esos escollos. A ratos montado en bici y otras haciendo empuja-bike pudimos superar este tramo que termina en la zona conocida con el nombre de el rancho de los Ciervos.


Puente de la Marmota.


Luego tomamos una pista muy ancha en perfecto estado que a través de una larga recta progresivamente nos iba elevando con pendientes constantes entre el 5 y 6% de desnivel. Terreno ideal para ir recuperando sensaciones y mejorando puestos pensé. Entonces fue cuando comencé a notar las piernas muy cargadas. Me dolían muchísimo, los esfuerzos anteriores me estaban pasando factura. Mientras pedaleaba comencé a sentir un terrible calambre en el aductor de mi pierna derecha, llegando a contraerse y notar como se subía hacía arriba. Inevitablemente tuve que parar, hacer estiramientos y descansar unos minutos. Jamás en todos los años que llevo montando en bici me había sucedido esto. En otras ocasiones había tenido calambres en los cuadriceps o los gemelos pero nunca en ese músculo.


Llegando a la zona del rancho de los ciervos.


También aproveché la parada para quitarme la camiseta térmica, hacía mucho calor y yo tenía un calentón del diez. Proseguí la marcha consciente de que tenía que aminorar mucho mi velocidad para no volver a tener más problemas musculares y llevar un desarrollo más cómodo. Pero ni aún si. Hasta terminar la prueba al menos tuve que parar un par de veces más para hacer estiramientos, los isqui y el aductor me estaban matando. Sin embargo no estaba fatigado, ni cansado, las pulsaciones no subían por encima de las 140, pero las piernas me iban a estallar. Los últimos quince kms fueron un calvario, utilizando todas los descensos que encontraba para descansar piernas.



Antes de llegar al último avituallamiento.


La subida por pista termina al cruzar la carretera de Colmenar Viejo a Hoyo de Manzanares, momento donde tomamos la colada de las Dehesillas, otro sendero pedregoso, bastante técnico en algunos puntos que curiosamente era elegido por muchos fotógrafos acreditados de la carrera para hacernos fotos. A estas alturas de la prueba todos los participantes íbamos muy desperdigados y encontrar un grupito era una odisea. Yo hallé en dos miembros del club Mammoth la compañía perfecta con los que desarrollé el resto de la ruta. Poco después llegamos al último avituallamiento en el km 61, situado debajo de un puente. Breve parada para recuperar fuerzas, y a seguir.


Últimos kms. Trialera de subida.


Los últimos diez kms son realmente duros, quizás los más difíciles y complicados de toda la carrera. Por esta zona la marcha discurre por caminos escarpados tanto de subida como de bajada. Empinadas trialeras rompe piernas con gigantescas rocas que hay que salvar para continuar y otras tantas trialeras infernales de bajada  más propias de la modalidad del enduro. Terreno que afronto sin miedo porque ya lo conocía de la ruta "Caminos de Colmenar Viejo" que hice hace un par de años con el club MTB Leganés. La entrada a Colmenar Viejo se hace realizando un pestoso rodeo que no hace más que alargar la agonía. Sobre las 15,15 llegó al polideportivo donde estaba situada la linea de meta, según cruzamos el arco nos van introduciendo en un pasillo de vallas que la organización tenía habilitado para marcarnos en su listado el dorsal con el tiempo correspondiente.


Al fondo Colmenar Viejo.


Yo finalicé con un crono de 5h 00m (tiempo encima de la bici), a una media de 14 km/h, después de realizar 71 kms totales. Clasificándome en el puesto 596 global, incluyendo los participantes de Marcha popular y del Open, es decir, entre los veinte últimos. Aunque hoy lo que menos me importaba era el rollo competición. Terminé con las piernas fundidas, agotadas y quemadas del esfuerzo, pero con la sensación de encontrarme bien, sin fatiga. Extraño. Como dice el refrán "sin esfuerzo no hay recompensa" que vino en forma de plato de macarrones con tomate, cortesía del Club ciclista Colmenar Viejo, que por cierto, estaba malisimo, aun así me lo zampé. Me hubiera comido un caballo en se momento.


Meta en el polideportivo. Colmenar Viejo.


El ganador de la Marcha popular fue Daniel Cancela en 2h 58m. Mientras que el vencedor del Open fue Jose M. Sanchez del equipo Scott Team en 2h 30m. El propósito de realizar esta marcha era conocer mi estado de forma actual y obviamente quedó demostrado que no es el mejor. Habrá que entrenar mucho más fuerte y dejar de lado los homenajes a base de comidas copiosas. Y es que, los hoteles con régimen de Todo Incluido y tantas vacaciones me están haciendo mucho mal. Tengo que ser más disciplinado con la comida y coger más la bici si quiero conseguir mis objetivos. De lo contrario......


CLASIFICACIONES:





PERFIL:



TRACK DE LA RUTA:



3 comentarios:

  1. ¡Ánimo campeón! Aún está empezando la temporadita como aquel que dice y conociéndote seguro que te pones en ná como un toro. Al fin y al cabo, me imagino que al igual que yo, haces esto para divertirte y disfrutar, aunque a veces nos pongamos en modo "pro" ;)

    Un saludo!

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  2. Hi David. Nos hemos apuntado a la Madrid-Segovia de final de mes, y pasa por varios sitios que describes en tu ruta. Miedo me dan los tapones en la zona del puente de la Marmota.

    Si no ibas con mucha forma, hacer esta ruta que es bastante dura, está super bien. Ánimo y a seguir progresando.

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  3. ¡Enhorabuena! Eres un crack. Una pena que no puedas hacer la SN :-(
    Envidia sana de ver que te haces estas marchas de MTB. Yo con éso ya no me atrevo.
    Cuídate ese aductor, pueden dar la lata. Lo padecí precisamente haciendo montaña.
    Espero que nos veamos pronto. Besotes

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