Ciclismo, naturaleza, fotografía.

CICLISMO, NATURALEZA, FOTOGRAFÍA, MTB, RUTAS.

jueves, 22 de mayo de 2014

MARCHA SIERRA NORTE 2014 18/5/2014

Esta marcha cicloturista de carácter no competitivo combina la belleza de sus paisajes con la exigencia de su trazado. Es tan dura como bonita. Una excelente carrera organizada por Laetus que recorre la desconocida zona norte de Madrid, transitando por la Sierra del Rincón y de Ayllón,  y pasando por lugares tan hermosos como el Hayedo de Montejo o el embalse de El Atazar.  


En la meta, El Berrueco.


Desplazamiento hasta El Berrueco para participar en la decimoprimera edición de la Marcha Sierra Norte, una carrera en la que estaba inscrito desde hacía meses y que sin embargo hasta última hora no supe si iba a poder participar. Finalmente pude formar parte de los cerca de cuatrocientos veinte corredores que tomaron la salida. Está se retraso cerca de media hora y no fue hasta casi las 8:30 cuando empezamos a rodar, por lo visto la entrega de dorsales y cursar la licencia federativa de un día fue un autentico caos que yo pude evitar con un buen madrugón.


Iñigo, Joserra, Clara y yo.


Antes de comenzar tuve el placer de conocer a Joserra (DwarfCu Blog) y a Clara e Iñigo (Una bloguera muy globera) con los que estuve conversando. A primera hora de la mañana el comentario generalizado en la linea de salida era el angustioso frío que nos apelmazaba el cuerpo. Tuve que tirar de chaleco cortavientos y de manguitos para paliar esta sensación térmica. La salida se hace muy rápida, las motos de la guardia civil se sitúan delante para controlar el ritmo de la cabeza que en teoría durante los primeros cuarenta kms se iban a realizar de forma neutralizada. Esta vez me coloco entre los primeros del pelotón, como a mi me gusta, tiempo voy a tener de penar entre los últimos así que de momento entre los de delante.


Embalse de El Atazar.


La semana pasada Marco y yo nos acercamos hasta aquí para realizar los últimos 100 kms de esta marcha y así tener información de primera mano. Saber como era el recorrido, las subidas, etc...sin embargo nos dejamos sin trillar los primeros 40 kms de carrera. Estos eran toda una incógnita, pues nunca había visitado esta zona con la bicicleta de carretera. La táctica era realizar este primer buclé insertado en el pelotón y dejarme llevar por la corriente de ciclistas sin desgastarme demasiado. Este primer tramo era en realidad una vuelta que terminaba y comenzaba en El Berrueco y que entre medias había que afrontar diversos tramos complicados. Comentar que esta zona  no desmerece en nada al resto de los paisajes que se observan durante la marcha y que merece mucho la pena también recorrer en bici.






Subiendo hacía El Atazar


Durante los primeros 10 kms la carretera siempre pica para arriba. Todo el mundo va muy rápido, y yo intento seguir la estela de los de delante para no quedarme cortado. Me doy cuenta de que la mayoría de los participantes son "máquinas" con preciosos carbonos con los que no puedo competir. Por esta zona me quedé embobado mirando la preciosa estampa de postal del enorme embalse de El Atazar que contrasta con la pequeña población del mismo nombre que se observa al fondo. Más adelante comenzamos un frenético descenso que nos hará pasar cerca del Pontón de la Oliva y alcanzar la cota mínima de la jornada, por debajo de 700 metros. En la bajada me superan Iñigo y Joserra que iban sin freno.


Cerca de Patones.


El único tramo de terreno llano que se puede considerar así se encuentra localizado entre el km 20 y el km 30. Una larga recta que une las poblaciones de Patones y Torrelaguna. Durante estos kms la organización ralentizó la marcha. Así de esta forma todos los que se habían desperdigado por detrás volvieron a unirse al grupo que se convirtió en un gran pelotón que discurría por todo el ancho de la calzada. La guardia civil paraba a los pocos vehículos que circulaban en sentido contrario manteniendo así nuestra seguridad. En este aspecto decir que la prueba estuvo bien organizada gracias a los muchos voluntarios que estaban situados en los cruces, la inestimable ayuda de la guardia civil abriendo y cerrando la marcha, además de los servicios sanitarios y policía. Nota alta para el Club deportivo Laesport, el coordinador de la marcha.


Torrelaguna.


A la entrada de Torrelaguna se produce una fea caída con dos ciclistas implicados. Esto me hace estar más alerta aun, circular en grupo no es sencillo y cualquier gesto raro puede provocar un enganchon. Pasamos por el arco de San Bartolomé e inmediatamente comenzamos una nueva subida. Una bonita ascensión de casi 5 kms de longitud que nos aleja de Torrelaguna. El pelotón vuelve a romperse en diversos grupos, cada uno buscando el ritmo más adecuado a sus características. En mi caso comienzo a perder posiciones aunque llevo un ritmo muy alto para lo que acostumbro. Finalmente decido ceder y bajar la cadencia. Ir casi 20 km/h en pendientes del 8% no esta a mi alcance como así me lo indicaba mi pulsometro. Poco después me adelantó Clara que iba como una bala.


Robledillo de la Jara.


En el km 41 llegamos de nuevo a El Berrueco, cerrando así el primer tramo de la marcha. En este punto estaba situado el primer avituallamiento en el que me detengo brevemente para comer un plátano y llenar el bidón. En vista de que la temperatura había subido varios grados y que se esperaba un buen día soleado decido acercarme hasta el coche para desprenderme de los manguitos y el cortavientos. En total no debí de parar más de seis minutos, el tiempo suficiente para perder de vista al grupito con el que iba y reanudar la marcha en principio en solitario. Este primer buclé lo había realizado en un tiempo de 1h 28m a una media de más 28 km/h y ya nos habíamos zampado 600 metros de desnivel positivo. Más adelante fuimos juntandonos unos cuantos que nos habíamos quedado rezagados formando un pequeño grupo en el que me inserté hasta llegar a la presa de El Villar, aunque después en un fuerte repecho me volví a quedar cortado.


Alto de Matachines.


La subida al Alto de Matachines volvió a desquebrajar cualquier tipo de unión, porque sus brutales rampas hacían imposible seguir la estela de nadie. Aquí cada uno tenía que ir a su ritmo. Esta pequeña subida en realidad es un muro con pendientes que alcanzan el 13% de desnivel en sus tres curvas de herradura. El km 87 de la marcha, que estaba situado en el enlace entre los puertos de La Puebla y La Hiruela, era un punto critico porque la organización había situado en ese lugar un cierre de control. Todo participante que pasara después de las 12.30, es decir, cuatro horas y media después de comenzar la marcha, le sería recortada la ruta, eliminando el buclé de la Hiruela. Con el objetivo de superar ese corte había pensado un plan que pasaba por marcarme unos tiempos intermedios parecidos a los que la semana pasada había realizado. De todos modos supuse que el retraso en la salida también se acumularía al tiempo de corte y cierre de control.


Rampa del 14%.


El tramo entre Robledillo de la Jara y la población de La puebla de la Sierra es el más duro de toda la marcha, pero también el más bonito. Un trazado rompe piernas, con fuertes subidas y peligrosas bajadas que hacían imposible llevar un ritmo constante. Por aquí nos encontramos con un paisaje tan salvaje como bello, en plena naturaleza, propio de la Sierra del Rincón. La semana pasada pude comprobar de primera mano el mal estado del pavimento que se encontraba en un estado pésimo, muy agrietado y con varios socavones. La organización en busca de mejorar las condiciones para el evento había parcheado algunos baches, no todos, y había señalizado con pintadas sobre el firme lugares peligrosos. También había carteles de precaución en las curvas más cerradas. Si esta carretera tuviera un buen asfalto sería el paraíso del ciclista.



Llegando al segundo avituallamiento.


Con la idea de superar el cierre de control del km 87 decido no parar en el segundo avituallamiento. Me encontraba bien de fuerzas y animado por los resultados parciales que iba obteniendo. Llevados 75 kms alcanzó La Puebla de la Sierra, por desgracia el único núcleo de población donde encontramos gente animando el paso de la carrera. Como tenía pensado, en la plaza del pueblo me detuve unos instantes para llenar el bidón con agua de la fuente, comer algo y hacer unos estiramientos. Hacía un par de kms que el cuadriceps derecho me había dado un amago de tirón y no quería que pasara a mayores. Por suerte no tuve más problemas musculares en adelante. Reanudo la marcha después de escasos 5 minutos de parada para afrontar la subida al puerto de La Puebla.


Subiendo el puerto de La Puebla.


El conocimiento del terreno te da un plus de motivación y en particular esta subida me alegré mucho de conocerla. Es evidente que me vino fenomenal la ruta de exploración del pasado domingo: El Berrueco- Robledillo- La Puebla- El Cardoso- Montejo. Durante los primeros kms me fueron pasando algunos ciclistas que más adelante vi petar. Fui todo el rato llevando un ritmo constante, sin alardes, manteniendo la cadencia y las pulsaciones en los margenes de control. Es un puerto precioso de subir aunque si equivocas el ritmo te puede pasar factura como alguno le paso. Los últimos kms la carretera se va adentrando en la montaña con diversos cambios de perspectiva y curvas de herradura que me hacen sufrir. El último km de subida es espectacular, una larga recta desde donde se puede divisar la cumbre y también contemplar a nuestra izquierda todo lo ascendido hasta entonces. Para enmarcar.


Cima del puerto de La Puebla.


Coroné la cima con un tiempo de 47 minutos, uno más que la semana pasada. Pero con mucho tiempo de margen para superar el corte que se encontraba unos kms más abajo, ya en pleno descenso. En la explanada del puerto había una carpa ofreciendo avituallamiento líquido. Yo no paré, sabía que a partir de aquí era terreno favorable. En el descenso descubro la curiosa situación de encontrarme en sentido contrario a los primeros de la carrera. Este tramo era compartido y es donde estaba situado el punto de cierre de control, que dejo atrás sin problemas cuando un voluntario me señala con un banderín hacía la derecha, dirección cima de La Hiruela que alcanzo después de un km de tendida subida. A partir de aquí tendré más de 5 kms de prolongada bajada hasta llegar al limite provincial de Guadalajara, donde sitúo el comienzo del puerto de El Cardoso.


Subiendo el puerto de El Cardoso.


Esta es una subida que se caracteriza por sus suaves pendientes pero sobre todo por el espectacular panorama que se abre ante nosotros, ya inmiscuidos en plena Sierra de Ayllón. Durante 11 kms de ascensión podemos quedarnos abstraídos contemplando los frondosos bosques, sus montañas rocosas, o las muchas lagartijas que cruzaban por la carretera, las vacas también daban un toque de emoción al pedalear junto a ellas. Esta subida la realicé con tranquilidad, con el objetivo cumplido de saber que podía completar la carrera en su totalidad me lo tomé con calma, regulando mucho el esfuerzo para no terminar desfondado. A mitad de subida se encontraba el tercer avituallamiento donde me detuve unos cinco minutos para beber un aquarius, comer una barrita y aprovisionarme de agua. También me tomé un gel mientras descansaba tirado en el suelo.


Tercer avituallamiento. El Cardoso de la Sierra.


En este punto perdí de vista a los cuatro ciclistas que llevaba por delante y que me servían de referencia. El resto del camino iba a ser casi siempre en solitario. La parte más dura de la subida al puerto de El Cardoso se encuentra localizada en su último km y medio, justo cuando superamos el río Jarama y dejamos a mano derecha la entrada al Hayedo de Montejo las rampas se vuelven más exigentes con pendientes constantes entre el 7% y el 8% de desnivel. Este tramo final de subida lo pasé bastante mal, con dolor de estomago y ganas de vomitar. Supongo que el gel no me debió de sentar nada bien. Sin embargo las piernas funcionaban y llegué a la cima después de 43 minutos de pedaleo. El mismo tiempo que empleé la semana pasada. Lo cierto es que durante toda la marcha fui calcando los mismos registros. En la cima miré para atrás y con sorpresa observé la silueta de un par de ciclistas escoltados por una ambulancia que seguramente cerraba la prueba.


Subida al puerto de El Cardoso.


Sin parar me lancé sin complejos en un vertiginoso descenso en busca de la siguiente dificultad de la jornada. Una bajada de escasos 4 kms donde incluso había quedar pedales si querías coger más impulso porque no tenía grandes desniveles. Pronto llegué al cruce donde un chaval me indicó el camino a seguir, hacía la izquierda para iniciar la subida al puerto de la Hiruela. Decir que en todos los cruces los voluntarios paraban a los vehículos dando a los ciclistas la prioridad de paso, todo un detalle que es de agradecer. Esta es una ascensión que no conocía y que afronto con cierta prudencia, la semana pasada Marco y yo no la pudimos incluir en nuestra ruta de exploración porque andábamos justos de tiempo. Con más de cien kms en las piernas, la presión del coche escoba por detrás y la silueta de un ciclista a allá a lo lejos comencé la subida.


Puerto de la Hiruela.


Es un puerto que se puede subir bien a ritmo, con pendientes que se mantienen constantes entre el 5% y el 6% de desnivel, llegando en algún momento concreto al 8%, como pendiente máxima. Las vistas en su tramo final son espectaculares. Dado el recorrido de esta marcha cicloturista la cima del puerto en esta ocasión estaba situada en el cruce con la carretera que va a Pradena, unos metros antes había podido alcanzar al ciclista que me servía de referencia por delante, completando una ascensión de casi 6 kms en menos de media hora. Por suerte ya no volví a escuchar el molesto ruido del  "coche escoba" durante el resto de la carrera. Durante el descenso perdí de vista a nuevo compañero, imposible seguirle, grave error que lamentaré.


Presa de Puentes Viejas.


El último tramo de la carrera se me hizo interminable, circulando por un terreno pestoso donde se sucedían los toboganes y además con el inconveniente de tener el viento de cara. La semana pasada por esta zona el viento nos sacudió favorablemente por eso pensé que esta vez sucedería igual, pero me equivoqué. Lo ideal hubiera sido realizar esta última parte en grupo pero....Al llegar a la presa de Puentes Viejas decido no parar en el avituallamiento, iba bien de agua y para lo que restaba de marcha tampoco merecía la pena. La recompensa fue alcanzar un grupito de cuatro con los que penas pude rodar un par de kms, en el repecho de Manjiron los volví a perder de vista. Aunque el dolor de estomago había mejorado mucho, las fuerzas ya estaban muy justas y para mayor desgracia el metatarso izquierdo me punzaba en cada pedalada. A falta de un km escaso para concluir la carrera me alcanzaron dos ciclistas que se pusieron como locos a tirar delante de mi. Menudo pitorreo tuve con ellos. ¡Ya me podían haber alcanzado veinte kms antes!.


Repecho de Manjiron.


Sobre las 15,30 llegué a El Berrueco pasando por el arco de meta después de completar 145 kms en 6h 46m (Tiempo encima de la bici) a una media de 21 km/h y de acumular cerca de 2700 metros de desnivel positivo, datos que muestran la dureza de esta bonita marcha. El tiempo total fue de 7h 04m, datos de mi garmin. Al cruzar la meta un juez anotó mi dorsal y seguidamente otros voluntarios me ofrecieron la famosa caldereta que yo amablemente rechacé. No tenía cuerpo para fiestas. Luego Clara, Joserra, Iñigo y yo estuvimos comentando la jornada. Mi rendimiento en esta primera cita cicloturista con la flaca ha sido más que aceptable, teniendo en cuenta que no llegaba en un buen momento de forma. Me quedo con la satisfacción personal de superar una Marcha tan bella como dura que recorre la desconocida sierra norte de Madrid.


Video de la Marcha Sierra Norte 2014.


PERFIL:




TRACK DE LA RUTA:


4 comentarios:

  1. Grande David! Seguro que con esa garra y capacidad de sufrimiento consigues todos tus grandes retos este año y a poco que salgas más los harás sobradamente. Eres un crack!

    Por cierto, sin las gafas me costó reconocerte en un primer momento jajaja, pero un placer haberte conocido.

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  2. Encantado de haberte conocido David, ya tenía ganas después de leer muchas de tus entradas en el blog. Yo también tuve que hacerme los últimos 30 km prácticamente en solitario contra el viento... pero eso nos paso a muchos, ya que íbamos muy desperdigados.

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  3. ¡Preciosa entrada! Con un poco más de entrenamiento te lo haces con la gorra.
    Me encantó conocerte y espero que nos juntemos pronto para hacer otra ruta. Creo que ya te lo he dicho en alguna ocasión, pero eres uno de los responsables de que me haya metido el gusanillo de las marchas. Si no te importa, enlazo también tu crónica en mi entrada. Así tenemos la marcha desde tres experiencias distintas. Un besazo

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  4. Enhorabuena por terminar la marcha, no tenía pinta de ser ninguna broma precisamente. Además, si no has tenido tiempo de prepararla, la has terminado gracias a tu garra y capacidad de sufrimiento, como ya se ha dicho aquí. Por tanto y de nuevo, enhorabuena, yo tardé casi 8 horas en la primera Perico (hace ya 20 años) ;)

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